Zelda: Tears of the Kingdom pone punto y final al mayor de sus misterios. Su director por fin desvela qué ha pasado con los Guardianes de Hyrule
Una vez más, Nintendo ha demostrado su capacidad para innovar sorprendiendo a los jugadores de Zelda: Tears of the Kingdom con una Hyrule que, aunque conocida, merecía ser explorada de nuevo. El mapa del juego tiene muchas similitudes con lo que vimos en el aplaudido Breath of the Wild, ampliándose sobremanera con cuevas, islas flotantes y mucho, mucho más, pero al público no se le ha pasado por alto una enorme ausencia respecto a la anterior aventura de Link: en esta ocasión, no hay Guardianes ni tecnología Sheikah en el reino.